Posponen el juicio por violentos hechos contra una familia de Oliva. El juicio por el asalto a la familia Scarafiocca se postergó. La audiencia debía retomarse ayer al mediodía. Siete personas están acusadas de integrar la banda. Se los imputa de planear y ejecutar el robo. El hecho ocurrió el 17 de julio de 2023 en Oliva.
La jornada fue suspendida por un problema de salud. El abogado Jorge Bustos representa a uno de los imputados. Su familia informó de su malestar abdominal. El letrado padece un síndrome ascítico. Bustos debió ser internado y no pudo asistir.
La Cámara del Crimen resolvió aplazar las audiencias. La continuidad del juicio se fijó para el 11 de agosto. Ese día se espera una resolución clave. Se definirá la participación de los acusados. Podrían ser juzgados como autores o partícipes del robo.

El delito es triplemente agravado. Se agrava por haber causado lesiones graves. También por el uso de armas. Además, el asalto se cometió en un descampado. Esto limitó la posibilidad de auxilio para las víctimas.
Posponen el juicio por violentos hechos contra una familia de Oliva: Los hechos
La tranquilidad rural de Oliva se vio brutalmente interrumpida la noche del 17 de julio de 2023, cuando una banda criminal perpetró un violento asalto en la vivienda de la familia Scarafiocca. La precisión y la brutalidad del ataque han puesto en evidencia la sofisticación y la crueldad de la organización delictiva, cuyo accionar fue delineado en la acusación formalizada por la fiscalía local. Este caso, que ha escalado hasta la esfera judicial, revela una trama compleja de robo, secuestro extorsivo y tortura, con implicaciones que se extienden hasta el interior de un centro penitenciario.

Un golpe delictivo planificado
Según la acusación fiscal – publicado el pasado viernes en el matutino El Diario de Villa María- el golpe fue meticulosamente planeado. José Luis Fardini y Tobías Joel Machado, los autores materiales del asalto, llegaron al lugar en un Peugeot 208, vehículo conducido por Yamila Anahí Bárcena. Tras dejarlos en la escena del crimen, Bárcena emprendió el regreso a Villa María, estableciendo una coartada y una red de apoyo logística que ya es objeto de análisis.
Posponen el juicio por violentos hechos contra una familia de Oliva: Agresiones y tortura
Una vez en el interior de la vivienda, Fardini y Machado redujeron a los miembros de la familia Scarafiocca, atándolos de pies y manos. El objetivo era claro: una importante suma de dinero, cuya existencia y ubicación habían sido previamente «informadas» a los delincuentes. La desesperación por el botín se tradujo en un espiral de violencia y amenazas. Los asaltantes recurrieron a golpes y la exhibición de armas para presionar a las víctimas. Escalando la agresión hasta un acto de tortura: el padre y uno de sus hijos fueron sumergidos en un recipiente con agua. En un intento de provocarles asfixia para que cedieran.
Líderes criminales encarcelados en Villa María
En un momento crucial de la noche, el hijo intercedió por su padre, afirmando que el dinero se encontraba en el banco. Y que él era el único que tenía acceso a él. Esta revelación desorientó a los delincuentes, que no esperaban no encontrar la suma de efectivo en la casa. La trama da un giro macabro en este punto, demostrando la coordinación de la banda con un eslabón aún más oscuro: sus líderes, Gabriel y Javier Marchetti, que se encontraban y aún permanecen recluidos en la cárcel de Villa María.
Desde su celda, y a través de un teléfono móvil, los Marchetti impartieron instrucciones a sus cómplices. El diálogo telefónico, una prueba clave en la acusación, reveló la naturaleza despiadada de los líderes. «Cortale un dedo», es la frase que, según la fiscalía, fue dictada como directriz para intensificar la tortura y presionar a las víctimas.
Un último intento
Cuando los asaltantes finalmente se convencieron de que el dinero no estaba en la vivienda. Intentaron una última jugada: forzar una transferencia bancaria desde el teléfono de una de las víctimas. Aunque la operación no se concretó al requerir la autorización del padre y el hijo. Este intento permitió a las autoridades identificar a Joel Bernardi y Leonilda Venteo. Los titulares de las cuentas de destino, quienes ahora enfrentan cargos como presuntos partícipes en el crimen.
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