El reporte sobre inseguridad en Córdoba: avances y retrocesos en medio de la incertidumbre. La provincia de Córdoba atraviesa una paradoja en materia de seguridad, según se desprende de la información de septiembre de 2025 emitida por el Observatorio de Seguridad Ciudadana y el análisis intermensual del Observatorio de Seguridad y Convivencia de COPEC. Si bien el balance anual arroja una marcada tendencia a la baja en la criminalidad y la violencia letal, un análisis más fino de la variación mensual (agosto a septiembre) revela una preocupante inestabilidad y repuntes bruscos en los indicadores más sensibles: los homicidios y, en particular, los suicidios. Este contraste obliga a un examen crítico sobre la sostenibilidad y la profundidad de las políticas públicas implementadas.
Los detalles del reporte
El logro más destacado reside en la comparación interanual (septiembre 2024 vs. septiembre 2025), donde se registra una disminución generalizada de los hechos delictivos y muertes violentas. Los homicidios dolosos descendieron un notable 35,7%, pasando de 14 a 9 víctimas. La concentración de estos crímenes se mantuvo en los departamentos Capital y Río Cuarto, y el 80% de los presuntos autores fueron varones mayores de edad, con el arma de fuego siendo el principal medio empleado en cinco de los casos. En paralelo, los delitos contra la propiedad, que representan el 61,6% del total, mostraron una baja pronunciada del 19,5% interanual, con 6.937 robos y hurtos, destacándose que el 91,8% de estos hechos no involucró el uso de armas, consolidando una tendencia favorable en el delito callejero.
La mejoría anual se extendió a otras categorías de muertes violentas: las muertes viales se redujeron un 24,4% (31 víctimas), predominando los accidentes en rutas (48%) y las colisiones; mientras que los suicidios disminuyeron un 25% interanual, con 33 casos frente a los 44 del año anterior, concentrando la mayor cantidad de víctimas en el grupo de 25 a 44 años. Estos descensos confirman la narrativa de una «tendencia a la baja» generalizada en los principales indicadores de violencia y criminalidad en 2025, un éxito que el Observatorio de Seguridad Ciudadana destaca al cierre de su reporte.

El reporte sobre inseguridad en Córdoba: Variación intermensual
Sin embargo, el optimismo se quiebra al aplicar la óptica crítica del Observatorio de COPEC sobre la variación intermensual (agosto a septiembre de 2025). Pese a la caída interanual, solo los robos, hurtos y muertes viales mantuvieron la tendencia descendente. En contraste, las métricas más graves sufrieron un rebote explosivo: los suicidios aumentaron un alarmante 32% y los homicidios dolosos crecieron un 12,5% respecto al mes de agosto. Este salto en la violencia letal, especialmente el incremento masivo de suicidios que rompe la «cierta estabilización» observada desde abril, revela que las políticas de seguridad y salud pública no han logrado inmunizar a la población ante picos de crisis inmediata, poniendo en evidencia la fragilidad del control sobre la violencia extrema.
En definitiva, la seguridad en Córdoba en septiembre de 2025 se define por una peligrosa paradoja: las autoridades pueden mostrar resultados históricos positivos en el largo plazo, con disminuciones significativas de robos y homicidios respecto al año anterior, pero esta contención se disuelve en el corto plazo. El repunte mensual de homicidios y el dramático salto en suicidios sugieren que la provincia ha intercambiado una tendencia criminal sostenida por una alta volatilidad, obligando a las instituciones a reconsiderar la multicausalidad de la violencia y a priorizar estrategias de prevención social y salud mental con la misma urgencia con la que combaten el delito patrimonial.























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