Encuesta: Cómo le fue al gobierno de Ibarra respecto a transparencia y accesibilidad, cumplimiento de promesas y escucha al vecino. El Diario de Oliva+ realizó una encuesta para evaluar la percepción de la gestión de los funcionarios municipales. El sondeo, que se basó en tres preguntas, abordó la transparencia y accesibilidad de las decisiones, el cumplimiento de las promesas de campaña, y si los funcionarios escuchan a los vecinos.
Encuesta: Cómo le fue al gobierno de Ibarra-Poca transparencia y accesibilidad en las decisiones y acciones
A la pregunta: «¿Considera que la información sobre las decisiones y acciones de los funcionarios es transparente y accesible para los ciudadanos?«, las respuestas reflejaron lo siguiente:
42.9% de los lectores y suscriptores no considera que la información sea transparente y accesible.

24.4% valora positivamente la transparencia y accesibilidad.
32.7% restante cree que se cumple de manera parcial.

Baja percepción del cumplimiento de promesas
En cuanto a la segunda consulta: «¿Considera que el gobierno municipal actual cumple con sus promesas de campaña?», los resultados tampoco fueron favorables para la gestión actual:
49% opina que las promesas de campaña de septiembre de 2023 no se han cumplido.
19% considera que sí se han cumplido de manera fehaciente.
32% evalúa que el cumplimiento ha sido parcial hasta el momento.
Encuesta: Cómo le fue al gobierno de Ibarra -Los vecinos no se sienten escuchados
Finalmente, respecto a la tercera pregunta: «¿Siente que su voz y la de otros vecinos son tomadas en cuenta por los funcionarios municipales?», la percepción fue la siguiente:
48.3% no se siente escuchado ni tomado en cuenta por los funcionarios.
20.4% tiene una visión positiva de este aspecto.
31.3% restante evalúa que esta escucha activa y participativa se da de forma parcial.
Un llamado de atención para la gestión municipal
Los resultados de la encuesta de El Diario de Oliva+ revelan una percepción ciudadana preocupante para la actual gestión radical en Oliva. A poco más de un año de haber asumido. La administración enfrenta un claro déficit de credibilidad en tres áreas clave: transparencia, cumplimiento de promesas y escucha a los vecinos.
Sigue leyendo sobre los resultados de la encuesta –Encuesta: Matías García fue el funcionario con más alta imagen de gestión con un 79,2%
La falta de transparencia: una barrera con la ciudadanía
Con casi la mitad de los encuestados (42.9%) considerando que la información no es transparente ni accesible, la gestión municipal tiene un problema serio. Esto no solo genera desconfianza, sino que también limita la participación ciudadana, ya que es imposible fiscalizar o colaborar con un gobierno cuyas acciones son percibidas como opacas. Si bien un 24.4% valora la transparencia, la cifra del 32.7% que la ve como parcial indica que hay esfuerzos, pero estos no son suficientes. El desafío es pasar de una comunicación reactiva a una proactiva, donde la información sea clara, simple y llegue a todos los vecinos sin tener que ser solicitada.
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El costo de las promesas incumplidas
El dato más contundente es el relacionado con las promesas de campaña. El 49% de los encuestados considera que no se han cumplido. Este porcentaje, casi la mitad de la población consultada representa un fuerte golpe a la credibilidad del gobierno. Las promesas de campaña son la base del contrato social entre un candidato y sus votantes. Si ese acuerdo se rompe tan pronto, la decepción puede convertirse en apatía y dificultar cualquier iniciativa futura. Si bien un 32% habla de un cumplimiento parcial, este número no alivia la carga, sino que subraya la sensación de que las expectativas generadas superan ampliamente los resultados obtenidos.
La voz del vecino: ¿un eco en el vacío?
La tercera pregunta, sobre si la voz de los vecinos es tomada en cuenta, confirma una desconexión palpable. El 48.3% que no se siente escuchado es un indicador de que los canales de participación —o no existen, o no funcionan adecuadamente—. Una gestión que no escucha a sus ciudadanos corre el riesgo de tomar decisiones alejadas de la realidad y de las verdaderas necesidades de la comunidad. La democracia no solo se trata de votar, sino de un diálogo constante. Los funcionarios tienen el deber de crear espacios genuinos para que los vecinos se expresen y, lo que es más importante, demostrar que esas opiniones son valoradas e influyen en las políticas públicas.
En conclusión, los números de esta encuesta no son solo estadísticas. Son un severo llamado de atención. La gestión radical en Oliva no solo debe mejorar su imagen, sino que debe revisar su estrategia de gobierno para reconstruir la confianza. La transparencia, el cumplimiento de los compromisos y la escucha activa no son meros eslóganes de campaña, sino pilares fundamentales de una buena gobernanza. La pelota está en los pies de los funcionarios: o toman nota de esta crítica y corrigen el rumbo, o el descontento ciudadano seguirá creciendo.
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